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Me cruje la rodilla al moverla: ¿tengo que preocuparme?

4 de junio de 2025

¿Te cruje la rodilla al agacharte, subir escaleras o simplemente al estirar la pierna?
Es un sonido que puede asustar: seco, repetitivo o como una especie de “click” interno que aparece sin avisar. A veces no duele, pero está ahí. Otras veces viene acompañado de molestias o sensación de rigidez.
Y claro, la duda es inevitable: ¿esto es normal o me está avisando de algo?

Hoy te cuento, sin rodeos, cuándo un crujido en la rodilla es inofensivo y cuándo deberías prestarle atención.

¿Por qué me cruje la rodilla?

La rodilla es una articulación compleja, con múltiples estructuras que rozan entre sí: tendones, ligamentos, meniscos, cápsula, cartílago… El sonido de un “crujido” puede deberse a varias cosas:

  • Movimiento del tendón sobre una prominencia ósea (como un “chasquido”)
  • Burbujas de gas que colapsan dentro del líquido articular, al igual que ocurre al «tronarte» los dedos.
  • Rozamiento del cartílago cuando está desgastado
  • Un menisco que no se desliza como debería
  • Irregularidades dentro de la articulación

No todos los crujidos significan daño, pero tampoco hay que ignorarlos si vienen acompañados de otros síntomas.

¿Es normal que me crujan las rodillas?

Sí. De hecho, es bastante común. Muchas personas sanas, jóvenes y activas tienen crujidos articulares sin que eso indique una lesión.

Yo mismo he visto en consulta clics audibles, chasquidos y crujidos articulares en rodillas completamente sanas, incluso en atletas de nivel nacional, que no presentan ninguna molestia más allá del ruido que proviene de su articulación. Esto demuestra que el sonido, por sí solo, no siempre significa daño o enfermedad.

El problema es cuando ese crujido:

  • Se acompaña de dolor
  • Limita el movimiento
  • Va en aumento con el tiempo
  • Aparece tras una lesión
  • Se produce siempre en el mismo gesto y con molestia

Ahí sí conviene estudiarlo.

Cruje, pero no me duele. ¿Paso o me lo miro?

Si no hay dolor, inflamación ni bloqueo articular, no es urgente. Pero si el crujido en la rodilla es frecuente, reciente o te genera preocupación, lo mejor es revisarlo. A veces es una simple descompensación muscular (como la atrofia del cuádriceps) o una mala pisada. Otras veces puede ser un primer aviso de desgaste en el cartílago.

Me cruje al subir escaleras. ¿Es un signo de desgaste?

Puede ser. Uno de los signos tempranos de condromalacia (reblandecimiento del cartílago) es el crujido o “arenilla” detrás de la rótula al subir escaleras, agacharte o levantarte de una silla.

No siempre duele, pero es un aviso de que hay que trabajar la musculatura, revisar el patrón de movimiento y, en algunos casos, hacer una valoración más detallada.

Me cruje y me duele. ¿Puede ser el menisco?

Sí. Un crujido doloroso, localizado y repetitivo podría indicar una lesión meniscal, sobre todo si va acompañado de inflamación, sensación de bloqueo o dificultad para estirar completamente la pierna.

El típico escenario: un giro de rodilla, suena o cruje, duele y luego se te queda “enganchada”.

¿Y si el cartílago está dañado?

Un crujido en la rodilla con dolor profundo puede deberse a un desgaste del cartílago articular. Cuando las superficies ya no se deslizan de forma suave y armónica, aparece ese sonido áspero y la sensación de roce interno.

Esto es común en casos de artrosis, pero también puede aparecer en gente joven que ha tenido una lesión o sobrecarga.

¿Qué estudios me pueden hacer?

Depende del caso, pero lo habitual es:

  • Exploración física completa, para descartar cualquier lesión articular.
  • Radiografía, para valorar la presencia de artrosis o alteraciones estructurales
  • Ecografía, si se sospecha que el origen es tendinoso. Permite hacer estudios dinámicos en tiempo real.
  • Resonancia magnética, si hay dolor persistente o sospecha de lesión interna (intra articular)

¿Se puede evitar o mejorar?

Sí. En muchos casos, el crujido mejora o desaparece con:

  • Reeducación postural.
  • Fortalecimiento muscular específico.
  • Corregir desequilibrios entre cuádriceps y glúteo.
  • Mejorar la técnica de pisada.
  • Disminuir la carga repetitiva en ciertas actividades, sentadillas profundas o ejercicio de impacto intenso.

Mi recomendación: Un ejercicio para mejorar los crujidos

Uno de los ejercicios que recomiendo para esos pacientes que tienen crujido sin dolor, o con molestias suaves, es este:

Tumbado boca arriba, coloca una toalla enrollada bajo la rodilla. Aprieta la rodilla contra la toalla estirando la pierna durante 5 segundos, y relaja. Haz 10 repeticiones, dos veces al día.

Este ejercicio fortalece el vasto medial (parte interna del cuádriceps), mejora el control del movimiento y ayuda a estabilizar la rótula. En muchas personas, tras unas semanas, el crujido disminuye o desaparece.

Conclusión

Un crujido en la rodilla no siempre es un problema. Muchas veces es simplemente ruido mecánico sin mayor trascendencia. Pero, si el crujido viene acompañado de dolor, molestias o sensación rara al moverte, conviene estudiarlo para asegurarse de que no haya una causa de fondo.

Actuar a tiempo, aunque solo sea para corregir atrofias musculares, puede evitar problemas mayores en el futuro.

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Doctor Vazquez

Dr. Miguel Vázquez

Traumatólogo especializado en lesiones de cadera y rodilla, con dedicación a la artroscopia, medicina deportiva y regenerativa en Barcelona. Este artículo ha sido elaborado con información actualizada y revisada, con el objetivo de ofrecer un contenido riguroso y orientado a pacientes.