¿Te han dicho que necesitas una artroscopia de cadera y no sabes bien a qué te enfrentas después?
La operación en sí está clara: entrar, arreglar lo que está roto y salir. Pero lo que viene después, la recuperación, suele ser un terreno lleno de dudas, miedos y expectativas confusas. Hoy te voy a contar lo que muchos pacientes no saben (y lo que otros te agradecerían haber sabido antes de operarse). Aquí te cuento lo que explico yo al paciente en consulta antes de entrar en quirófano.
¿Qué es exactamente una artroscopia de cadera?
La artroscopia de cadera es una cirugía mínimamente invasiva en la que, a través de pequeñas incisiones, se introducen una cámara e instrumentos milimétricos para tratar lesiones dentro de la articulación, previamente dilatada con suero.

Un procedimiento que usamos mucho en casos de choque femoroacetabular, labrum de cadera roto o cuando hay una lesión de labrum por movimientos repetitivos. También se habla de artroscopia de pinzamiento de cadera, que es una de sus indicaciones más frecuentes.
Vale, me opero. ¿Y luego qué?
Aquí es donde empieza lo que nadie te cuenta del todo: la recuperación puede ser más larga y más exigente de lo que esperas, aunque sea una cirugía “pequeña”. El dolor mejora, sí. Pero no se va de un día para otro. Y vas a necesitar paciencia. Cada día es un paso más de tu recuperación.
Fases de recuperación que debes conocer
1. Primeros días: hielo, muletas y tranquilidad
Tras la intervención, lo más normal es que salgas caminando con muletas. No por dolor, sino porque hay que proteger la articulación durante las primeras semanas. Te dejaré apoyar de forma controlada el pie en el suelo. Durante estos primeros días, el hielo será tu mejor amigo.
Consejo realista: No intentes demostrar lo fuerte que estás dejando las muletas el segundo día. El cuerpo necesita tiempo.
2. Semana 2 a 4: el cuerpo empieza a despertar
Empiezas a notar menos dolor, más movilidad, pero… sigues sin poder apoyar del todo o sin confianza para moverte rápido. Aquí entra en juego la fisioterapia: básica, suave y progresiva. Nunca debemos forzar la flexión de cadera por encima de los 90 grados.
A veces cuesta más por las sensaciones raras que por el dolor. Es normal sentir la cadera “extraña”.
3. Semana 4 a 8: vuelves a conectar con tu cuerpo
Puedes empezar a hacer vida algo más activa, caminar con más soltura, subir escaleras con apoyo… pero sin hacer locuras. Esta fase es clave: si la haces bien, evitarás recaídas.
No compares tu evolución con la de nadie. Cada cadera es un mundo, incluso si te operó el mismo cirujano.
4. Semana 8 en adelante: vuelta real a tu vida
Aquí es donde se nota de verdad el trabajo bien hecho. Puedes hacer ejercicio suave, recuperar tu rutina laboral, y empezar a olvidarte poco a poco de que un día llevaste muletas.
Lo que la gente no te dice… pero deberías saber
- Puede doler más de lo que pensabas los primeros días. No es por complicación, sino por inflamación.
- El músculo glúteo se inhibe fácilmente y cuesta reactivarlo. Por eso, ejercicios específicos son clave.
- La fatiga mental existe. Hay días en los que simplemente estás de bajón. Forma parte del proceso.
- El labrum de cadera roto tarda en dejar de “molestar” aunque ya lo hayan reparado. Es como una cicatriz interna, es normal y frecuente que te siga molestando la ingle durante los primeros meses después de la artroscopia de cadera.
¿Cuándo puedo volver al deporte?
Depende del tipo de deporte. Para actividades como caminar, nadar o bicicleta estática, a partir de la semana 4-6 ya se puede empezar suave. Para correr o deportes de contacto, a partir del tercer mes como pronto, y siempre con la aprobación del traumatólogo. Yo habitualmente os autorizo volver a deportes de impacto a partir de las 10 semanas siempre y cuando no haya dolor de cadera, y haya un buen tono muscular.
¿Y si sigo con molestias pasados unos meses?
No te alarmes. Muchas personas sienten “pinchazos” o cierta rigidez durante los primeros 3-6 meses después de la artroscopia de cadera. Lo importante es que esa molestia sea cada vez menor y no te limite de forma creciente. Si el dolor aumenta, entonces sí hay que revisarlo.
¿Me arrepentiré de haberme operado?
En la mayoría de los casos, no. La gran mayoría de pacientes que se operan por artroscopia de cadera bien indicada, mejoran claramente su calidad de vida. Caminan más, duermen mejor, vuelven a hacer deporte y dejan de vivir pendientes del dolor. Y lo más importante, al operarse evitan el envejecimiento prematuro de la articulación.
¿Y si no me opero?
Eso depende de tu caso. Si tienes un choque femoroacetabular claro, síntomas diarios y has probado otros tratamientos sin mejoría, lo más probable es que el problema persista o incluso vaya a más. No se trata de operarse por operarse, sino de hacerlo cuando se ha probado lo demás y el dolor no te deja vivir con normalidad.
Mi truco: desactiva la tensión profunda de la cadera desde casa
Uno de los ejercicios más sencillos y útiles que recomiendo tras una artroscopia de cadera es este:
Tumbado boca arriba, flexiona las piernas con los pies apoyados. Coloca una pelota pequeña o toalla doblada entre las rodillas. Aprieta suavemente durante 5 segundos y suelta. Hazlo 10 veces. Compagina también estiramientos frecuentes del glúteo medio y de la capsula articular.
Este ejercicio activa la musculatura profunda sin dolor, relaja el psoas y ayuda a que la cadera se mueva con más fluidez. Hazlo a diario. Te sorprenderá lo que cambia la sensación al caminar.

Conclusión
La artroscopia de cadera es una cirugía efectiva y mínimamente invasiva, pero eso no significa que la recuperación sea mágica ni instantánea. Con paciencia, un buen fisioterapeuta, y compromiso, se puede volver a una vida activa, sin limitaciones y sin el dolor que te frenaba antes.
Si estás valorando operarte o si ya te has operado y no sabes si tu recuperación va bien, consulta con nosotros sin compromiso. Lo más importante es tener una buena indicación quirúrgica, un plan de ruta claro y sentirte acompañado en el proceso.
¿No puedes venir a Barcelona?
Si no tienes la posibilidad de venir a consulta presencial, también podemos hacer una consulta online para revisar tus pruebas y ver si es necesaria la artroscopia, si puedes esperar, o si simplemente hay que cambiar las pautas de tu rehabilitación.
Haz clic aquí para reservar tu consulta online.