Has pasado por una artroscopia de cadera en Barcelona y, al cabo de unos días o semanas, notas un dolor en la ingle que no tenías claro si aparecería. La duda es lógica: ¿esto entra dentro de lo normal o significa que algo va mal?
Como traumatólogo que trata a diario este tipo de cirugías, te diré que, en muchos casos, sí es normal sentir dolor en la ingle tras una artroscopia de cadera. Lo importante es entender por qué aparece, cuánto puede durar y cuándo conviene preocuparse.
Dolor en la ingle después de una artroscopia: por qué ocurre
Durante la artroscopia, trabajamos dentro de la articulación para reparar lesiones de labrum, remodelar hueso o tratar problemas de cartílago. Esto implica manipular la zona de unión entre la cabeza del fémur y el acetábulo, muy cercana a los músculos y tendones que se insertan en la región inguinal.
Ese dolor fruto de una inflamación postoperatoria es una respuesta natural del cuerpo y puede irradiar hacia la ingle. Además, la posición durante la cirugía y la tracción de la pierna pueden dejar molestias residuales en los tejidos blandos de esa zona.
Diferenciar molestias normales de señales de alerta
En los primeros días o semanas, un dolor sordo o punzante en la ingle, que mejora con reposo y responde bien a los estiramientos, frío o medicación, suele considerarse parte del proceso de recuperación.
En cambio, hay que estar atentos si el dolor es muy intenso, se acompaña de fiebre, hinchazón marcada, dificultad para mover la pierna o aparece un chasquido agudo y doloroso que impide caminar. En esos casos, conviene consultar cuanto antes.
Cuánto dura el dolor inguinal tras una artroscopia de cadera
Lo habitual es que el dolor vaya disminuyendo progresivamente en las 6 a 12 semanas. En algunos casos, sobre todo si había mucha inflamación previa o la cirugía ha sido más extensa, puede prolongarse algo más.
Si el dolor persiste más allá de los tres meses o empeora con el tiempo, debemos valorar con pruebas si existe tendinitis de los flexores, irritación del labrum o alguna complicación menos frecuente.
Factores que influyen en la recuperación
- Tipo de lesión tratada: no es lo mismo reparar un labrum que remodelar hueso. Tampoco es lo mismo operar una lesión de labrum aislada que una cadera con daño de cartílago (condropatia) ya instaurado.
- Nivel de actividad previa: una musculatura fuerte siempre se recupera antes.
- Adherencia a la rehabilitación: seguir las pautas acorta tiempos de dolor; los estiramientos son clave!
- Técnica quirúrgica y tracción aplicada: influyen en el grado de molestias iniciales.
Cómo aliviar el dolor en la ingle tras artroscopia
El control del dolor se basa en tres pilares:
- Frío local varias veces al día para bajar la inflamación.
- Ejercicios suaves pautados por fisioterapia para mejorar movilidad sin sobrecargar. Prueba a hacer con suavidad y sin resistencia bicicleta estática desde los primeros dias.
- Fortalecimiento progresivo de glúteos y core, fundamentales para descargar la articulación.
Evita forzar rangos de movimiento extremos en las primeras semanas y escucha las señales de tu cuerpo: un dolor leve tras el ejercicio puede ser normal, pero un dolor fuerte que persiste más de 24 horas indica que hay que ajustar la carga.
Complicaciones que pueden dar dolor inguinal
Aunque no es lo habitual, el dolor en la ingle también puede deberse a:
- Tendinitis del psoas.
- Tendinopatías del recto anterior.
- Capsulitis o inflamación de la cápsula articular
- Irritación nerviosa.
- Infección articular.
- Lesión labral persistente o recidiva.
Truco del traumatólogo
Un consejo práctico que suelo dar: realiza estiramientos suaves de psoas y de la capsula articular en cama antes de levantarte por la mañana. Esto reduce la tensión inguinal y mejora la sensación al caminar durante el día.
Conclusión
En la mayoría de los casos, el dolor en la ingle tras una artroscopia de cadera forma parte de la recuperación y mejora con el tiempo, siempre que se sigan las pautas de rehabilitación y control del dolor. Lo importante es reconocer cuándo entra dentro de lo esperado y cuándo conviene revisarlo para descartar complicaciones.
Si no puedes acudir a mi consulta en Barcelona, podemos hacer una consulta online para valorar tu caso y decidir si tu recuperación va por buen camino o necesita ajustes.